Nadie es perfecto, y menos en las redes sociales. Cometemos tantos errores en Twitter y Facebook que todos literalmente aprendemos a usar estas herramientas a los golpes. No hay manual que nos salve, y menos si no queremos leer ninguno. Sumado a esto existe la creencia, por lo menos en Twitter, que todo se vale, que podemos usarlo cómo nos de la gana, sin ninguna regla fundamental. Esto no es mentira, Twitter tiene una capacidad insólita de ser usado de mil maneras. Pero hay algo más poderoso que Twitter, y en algunos países se le llama “sentido común”.
