“Uno de los aspectos más ingeniosos de Twitter es que si alguien está molestando o es grosero, simplemente puedes unfollowearlo (dejar de seguir) o incluso bloquearlo. He bloqueado a algunas personas, y la mayoría de las veces lo he hecho sin pensármelo dos veces.” (Diana Adams)
En efecto, hay personas en Twitter que llegan a ser tan molestas que se te quitan las ganas de volver a saber de ellas. El otro día una usuaria de Twitter irrumpía en una relajada conversación mostrándose sumamente ofensiva y agresiva sin motivo. Desde mi punto de vista, su amigo y ella perdieron los papeles, llegando al insulto y a dar órdenes.